Es verdad eso del viento de Chicago.en las pocas horas que he estado aquí he tenido tiempo para odiar y para amar esta ciudad.Sentì lo mismo en New York.Esta ciudad no se merece sòlo un día; para hacerme una idea de su tamaño habría necesitado como poco una semana, y meses para conocerla un poco.La Torre Sears te observa cuando te acercas a la ciudad, es visible a màs de 20 kilómetros, claro¡... Es que mide casi medio kilòmetro de alto.Hay un montón de rascacielos diferentes.Dediquè la tarde a pasear por el Navy Pier .. Me defraudò un poco, esperaba algo màs neoyorquino… me pareció muy pueblerino :DEste muelle sobre el lago Michigan tiene faro al final, que aporta un panorama pintoresco.En la calle me encontrè con mucha gente en bicicleta, a mucha velocidad por sus carriles reservados, gente practicando running, gente tumbada en el cuidado cesped de los parques disfrutando de los 76º Farenheit que teníamos, no pude resistirme a Hageen Daatzs.. Probé por primera vez el Banana Splitz… Me preguntò la chica que me lo sirvió que si lo querìa sin guinda… Y una porra¡¡¡ Por diez dólares que me cobrò lo exigí INTEGRO ..ji,ji.Al día siguiente me acerquè al Planetario Adler, y descubrí que justo detrás hay una maravillosa playa solitaria,Mientras paseaba por la playa he descubierto que las mariposas de la zona son enormes, del tamaño de golondrinas... Vaaale¡, quizà un poco menos...en Chicago te encontraràs canales, el metro elevado, hermosos rascacielos, puerto marìtimo...Me gustò que los autobuses municipales dispusieran de una plataforma en la zona delantera para que transportes tu bicicleta…Es una ciudad genial para vivir, en un barquito en el puerto… En verano y otoño claro :)